CUIDADOS BÁSICOS DE TUS ORQUÍDEAS

¡Felicitaciones, tienes una Orquídea Phalaenopsis!

Cuidarlas es muy fácil, nosotros te enseñaremos cómo: 

Las Phalaenopsis son originarias del Asia Menor. Habitan los bosques húmedos desde el nivel del mar hasta cerca de 500 msnm. Las plantas son epífitas (no parásitas), quiere decir que viven sobre las ramas de los árboles. Sus raíces se adhieren a las ramas y absorben inmediatamente el agua de la lluvia que arrastra residuos mineralizados de líquenes, musgo e insectos. Después de la lluvia las raíces se secan y la planta puede estar varios días sin agua.

La planta de Phalaenopsis puede vivir muchos años, y cada año que crece puede tener más flores que los años anteriores.

Para tener éxito en el cultivo de una Phalaenopsis hay que tratar darle  condiciones similares a las de su hábitat natural en cuanto a temperatura,  luz, agua y nutrientes.

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Y podrás obtener una abundante floración, que puede durar entre dos y seis meses cada año. En casos excepcionales puede florear  10 a 12 meses. Con el tiempo, una vara floral puede llegar a tener más de 30 flores en una misma floración, ¡una belleza!.

UBICACIÓN

Luz y humedad

Las plantas se acostumbran a un lugar y no es conveniente cambiarlas constantemente de sitio.

Luz:
Las orquídeas en general necesitan un lugar sombreado pero con luz, sobre todo para inducir la floración en los meses de invierno. Durante el crecimiento vegetativo en verano puede estar con menos luz, en un lugar cálido.
El sol directo quema y deteriora las hojas, dejando manchas irreversibles, que no sólo malogran la belleza de la planta, sino que con el tiempo pueden atraer hongos y otras enfermedades bacterianas.
Una ventana dirección norte, a la que no da el sol, o sólo tiene sol de mañana, es ideal.
En caso de que esto no sea posible, una cortina de tela ligera o tul también ayuda.
Evite las corrientes de aire porque se pueden caer las flores.

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Humedad:
Puesto que las orquídeas son generalmente plantas tropicales, necesitan alta humedad ambiental.
Para proporcionar la humedad necesaria en verano, se pueden colocar a los lados recipientes hondos con piedras decorativas, en los que se pone agua para que se evapore lentamente y provea de la humedad necesaria a la planta.
Si coloca las orquídeas en el mismo ambiente de los helechos y culantrillos, y mejor aún cerca de ellos, se crea un microclima húmedo favorable que ayuda al desarrollo de la planta.
Recuerde que las orquídeas crecen en los bosques tropicales y subtropicales, sombreados y húmedos.

RIEGO Y FERTILIZACIÓN

Agua y forma de riego

Agua:
Las orquídeas prefieren el agua de lluvia con muy pocos nutrientes que los sacan de los líquenes y musgos de las ramas de los árboles.
En nuestro medio, el agua de lluvia es escasa. Lo más parecido es el agua destilada, sin embargo es cara y también difícil de conseguir. Otra opción semejante al agua de lluvia es el agua de un deshumedecedor.
El agua hervida fría es una alternativa aceptable. Cuando uno hierve el agua, se precipitan los carbonatos en forma de escamas que quedan al fondo de la tetera o de la olla y esto la hace apta para orquídeas y plantas delicadas.
Los restos de agua hervida se pueden juntar en una jarra para usarla cuando sea necesario. Para oxigenar el agua es conveniente pasarla de un recipiente a otro desde cierta altura. Esta agua reactivada y sin carbonatos puede usarse muy bien para orquídeas de todo tipo.
El agua de filtro no sirve para las orquídeas porque, si bien quita el cloro y las bacterias, no quita los carbonatos dañinos para las raíces y la planta. El agua de bidón o envasada también contiene carbonatos por lo que tampoco sirve.

Ritmo de riego:
Las Phalaenopsis son sumamente resistentes a la sequedad: es más fácil matar una planta por exceso que por falta de agua.

El ritmo de riego es de aproximadamente una vez por semana. En invierno puede ser incluso de 10 a 15 días. En veranos calurosos se puede regar máximo cada 4 a 5 días.
Hay que observar que las raíces estén secas antes de volver a regar porque demasiada agua pudre las raíces. Las macetas transparentes ayudan a ver si todavía hay humedad. En caso de duda dejar dos o tres días más sin regar, no pasa nada. Cuando hablamos de demasiado riego se refiere a la frecuencia y no a la cantidad de agua.
Recuerde que a las orquídeas no les gustan los “pies mojados”, por seo dejar escurrir bien antes de regresarla al macetero.

Forma de riego:
En su hábitat, las orquídeas reciben los nutrientes en cantidades mínimas, lo que arrastre el agua de lluvia en las ramas de los árboles.
Fertilice cada vez que riegue de la siguiente manera:

1.- Agregar dos tapitas de fertilizante líquido Éxtasis en un litro de agua hervida.
2.- Sumergir la maceta de plástico por 20 minutos en esta agua con fertilizante.
3.- Dejar escurrir toda el agua de la maceta antes de regresar al portamacetas.

TRANSPLANTE

Transplante

Cuando las plantas han crecido mucho es conveniente cambiarlas a una maceta ligeramente más grande. No es conveniente poner las plantas en macetas demasiado grandes porque desarrollan raíces y hojas y no florecen mucho.
Para su buen desarrollo, las orquídeas requieren un sustrato especial, muy suelto, con mucha aireación. Hay muchas recetas para preparar el sustrato.
Recomendamos también las macetas transparentes, pues favorecen el buen crecimiento de las raíces.
Tanto sustrato como macetas puede comprarlos en ÉXTASIS.

transplante

FLORACIÓN

Flor

La Phalaenopsis florea por lo general una vez al año por varios meses. De forma natural induce la floración en los meses fríos (junio a agosto) y desarrolla una vara floral con varios botones, de acuerdo a las condiciones de la planta. En octubre o noviembre empezarán a abrir las primeras flores.
Terminada la floración hay que seguir cuidando la planta para que adquiera nuevas hojas y se fortalezca para la próxima floración.
Después de la floración es la mejor época para transplantarlas. También se pueden transplantar en flor, pero se recomienda dejar hacer este trabajo a profesionales para no dañar la planta.

ENFERMEDADES Y PLAGAS

Enfermedades y plagas

Las enfermedades más comunes son la baceteriosis como Pseudomonas y Erwinia. Su característica es la pudrición acuosa de las plantas, empezando por las hojas o por el tallo. En caso de las bacteriosis es recomendable eliminar la planta para que no contagie a otras porque es una enfermedad muy agresiva y resistente. Es casi imposible curar esas plantas. Entre los hongos encontramos Fusarium y Rhizoctonia. Se pueden tratar con fungicidas químicos, pero también son muy difíciles de eliminar por lo que recomendamos también descartar la planta afectada.
Las plagas más comunes son las querezas, la cochinilla harinosa, la arañita roja.
Las querezas y cochinillas harinosas se reconocen bastante a tiempo porque dejan una melaza sobre las hojas. Se eliminan de las hojas con algodón o pañitos con alcohol o detergente disuelto en agua. Sacarlas de las flores es bastante más complicado. Por lo general un hisopo con alcohol ayuda a llegar a las partes más difíciles como el labio, pero hay que hacer la limpieza con mucha delicadeza y no abusar del alcohol para no dañar las flores.
La arañita roja se puede ver a simple vista a con una lupa en el vez de las hojas, donde hacen a veces colonias numerosas. Pican las hojas y succionan la sabia, los daños son irreversibles. El control de arañita roja se realiza con el lavado de las hojas, sobre todo por la parte inferior.
Todos estos tratamiento hay que realizarlos continuamente, por lo menos durante un mes, hasta que los huevos y larvas hayan eclosionado.
Las babosas y caracoles pueden afectar a las Phalaenopsis comiendo no sólo las hojas sino también las flores. Esto afecta generalmente a plantas que se tienen en el jardín o terraza. Generalmente se esconden debajo de las macetas. Se las puede sacar con un papel. Si persiste el problema usar Halizan para erradicarlas, es muy efectivo.
Gusanos puede comer flores, sobre todo en verano (enero y febrero). El mejor control es mecánico: buscarlos con detenimiento y matarlos.
Otro problema que se presenta es la caída de botones porque se han pasmado. Puede tener diversos orígenes como la falta de luz, la corriente de aire o falta de agua (por raíces podridas o muy poco riego). Hay variedades que son más susceptibles que otras por lo que no podemos generalizar.